No más sumisa

MEDIDAS-PREVENTIVAS-CONTRA-SEQUIA-

Una era donde existían los dominantes y los sumisos. Ella siempre obedecía a las órdenes que le daban, la habían criado para ser obediente tanta disciplina que se llegó acostumbrar a la sumisión. Tan bella, inteligente y elegante pero cuando le daban un mandato se convertía en robot.

Un día le dijeron que como geisha fuera sido perfecta porque la mayoría de las veces se la pasaba callada, escasamente decía unas palabras hasta era dominada por su propia timidez. Le gustaba todo lo relacionado con el arte, pintaba como Picasso, pero su error era ser obediente. Eso le traía problemas, por a pegarse a las reglas y ser buena persona la llegaron a humillar hasta verle la cara de tonta, pero su cadena imaginaria la ataba, no la dejaba ser libre.

En la subordinación nunca decía “NO” todo el tiempo “SÍ”. Aunque en su mente decía que ya no iba a obedecer, ni iba a seguir las reglas. Pero era inevitable decir sí. Hasta que, un día todo cambio, cuando le decían norte ella contestaba sur, en vez de sí un no y se dio cuenta que desobedecer se sentía bien, era romper con la cadenas que la tenían atada en su mente, era quitarse la máscara que llevaba puesta y demostrar quién era realmente.

 Su mundo cambio, comprendió que no todo el tiempo se debe obedecer y que algunas veces se debe gritar lo que se piensa. Su arte volvía a resurgir, el antifaz era colocado con toques de no más sumisión en sus cuadros, ahora ella era poderosa, nadie se atrevería a humillarla porque decentemente respondería a esas palabras.

 

María Eugenia Santiago.

2 respuestas a “No más sumisa

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